mercredi 25 février 2009

Hay magia en Barcelona



Atravesando el corazón de Barcelona, desde la Plaza de Cataluña hasta el Port Vell, paseos vibrantes y animados repletos de fotógrafos turistas aficionados, catalanes paseando disfrutando de su tierra, vividores y bebedores de los ratos de descanso en los mercados, carteristas y artistas deambulantes, pintorzuelos, cantantes de jazz, mimos y otros tantos intentando disfrazarse, cervecillas con mucho sabor, caricaturas y abundantes flores de todos los tipos, colores y olores, es La Rambla del Raval, al otro lado duermen las vidrieras, las prostitutas más rojas frecuentadas del gótico, la catedral de Barcelona y las calles más estrechas donde la luz sólo se atreve a entrar a las 2 de la tarde...



Son las cuatro de la tarde, el templo de la Sagrada Familia respira por sí solo aire limpio en un viernes despejado. Baila en todo su esplendor a pesar de su no terminado nacimiento. Sus inicios, en 1883, empezaron por el encargo a Gaudí de la continuación de la obra, que dedicó el resto de su vida hasta que fue arrollado por un tranvía a los 74 años de edad. Con una previsión de la construcción de doce torres, correspondientes a los doce apóstoles y otra más elevada para la Vírgen, rodeada de los cuatro campanarios y con las fachadas correspondientes a la Pasión, la Gloria y el Nacimiento, sólo dejó terminada la capilla de San José, la cripta, el ábside exterior y la fachada del Nacimiento. Las columnas, las bóvedas y los enormes ventanales se hacen con un tinte especial al estilo puro de Gaudí: en la base estructural se unen arquitectura y color con una planta neogótica y multitud de elementos decorativos bajo la influencia del Art Nouveau, se plasma el concepto integral de lo que significaba la arquitectura para este maestro, la integración de la misma con la naturaleza, buscando la identidad de las ciudades identificada en los nuevos conceptos modernistas...



Paseando por La Gracia, Casa Milá, última obra que realizó Gaudí antes de dedicarse por completo a la Sagrada Familia. Impresionante, variada, de textura rugosa y armoniosa mezcla de piedra ondulante con hierro forjado a modo de imitación de formas nunca recta; balcones y arcos a modo de fantasía en el terrado de La Pedrera. Toda la casa, que confluye perfectamente dos calles y las modifica sustancialmente, se encuentra sustentada en pilares y vigas metálicas y da luz a una planta de viviendas privadas y dos patios principales, uno con forma de óvalo, y otro redondo irregular. En la azotea incorporó figuras escultóricas que recuerdan a guerreros, algunas de las cuales están decoradas con trozos de botellas de cristal...



Posiblemente la obra más creativa de toda la ciudad, con una fachada con mosaicos de colores sugestivos y originales, balcones que simulan cabezas con las aberturas de los ojos y la nariz. Las columnas parecen huesos humanos y se mantienen en armonía con el resto de la fachada, ondulante y vibrante, nada convencional, ni paralelismos ni líneas rectas. En el tejado del edificio nos encontramos con una cubierta de materiales cerámicos a modo de escamas sobre una forma que recuerda a la espalda arqueada de un dragón. También en el tejado se aprecia la cruz de los cuatro brazos que aparece en muchas de las obras de Gaudí. Une arquitectura y formas vegetales imposibles...



Gran jardín urbano, combinación perfecta de azulejo y naturaleza, columna e imaginación, formas onduladas y antigua arquitectura: es el Parque Güell, el padre del modernismo catalán. Se trata de una gran extensión formada por materiales de pizarra y piedra caliza, árboles de los que se desprenden estalactitas y formas geométricas integradas en la naturaleza del parque. No existen los ángulos rectos, las columnas están inclinadas como las palmeras que las abrazan; pinos, almendros, retama, jara y encinas conviven con la utopía de los símbolos del modernismo: la escultura de la salamandra como símbolo del fuego, el compás del arquitecto y el círculo reprensentando al mundo, todo ello lo encontramos en la escalinata de la entrada a esta maravilla del legado gaudiniano. En el interior de la sala tenemos columnas dóricas pero de planta de ábaco octogonal, nada cuadrado, que recuerdan a las estalagmitas enormes de una cueva, con un techo inundado de bóvedas revestidas de rosetas circulares de colores y dibujos de espirales que representan las estaciones del año, y otros soles de 20 puntas que representan los ciclos lunares...



Y como no... sin olvidarnos de... El Mar Mediterráneo...



...Ni tampoco de sus gentes amables...



1 commentaire:

India a dit…

elocuente, es lo primero que me viene a la cabeza...arrolladoramente elocuente, propio de la pluma de un escritor experto...apetecible, divertido y cultural..es perfecto.
visca barcelona!y visca sarita,la gran genio,por la genialidad y su locura...
porque eres todo talento...
q te quiero linda!