mardi 31 mars 2009

En mi cabeza...

En mi cabeza,
cuento las estrellas que recuerdo,
y las guardo en el ápice de memoria que me queda,
ese que tu no ocupas.
Y surfeo...
Y...
Tristemente,
sigo escribiendo sobre los mismos sueños...
Desde ayer.
En mi cabeza,
se clava el brillo de los mismos ojos,
vacila un trozo de vida,
bailan los interrogantes en el palacio de los zapatos viejos,
y me bajo en la estación de la soledad.
Y...
Tristemente,
infectadas las lenguas del jardín
Desde ayer.

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