Compañeros,
os dirijo una carta a cada cual caballero,
digna de lectura pausada,
de la lucha infinita,
cuando cae la tarde,
al pinchazo libre en mi corazón,
como una bola de nieve,
como el estruendo de una tormenta de verano...
Amigo,
amigo del pasado y del esperado inaceptado futuro,
de muchas y quien sabe si alguna más noche en vela,
escuchando y dando historias que apuntar en el cuaderno de nuestra vida,
de las etapas, los errores, las esperanzas, los cambios, los nuevos amores,
el tiempo que queda y el que vendrá,
y el mañana caluroso pero en soledad...
Amor,
mi amor, amor,
que provocas latigazos a mi pequeña maquinaria,
con un sólo gesto de pupila dilatada,
en tus ojos grises de deseo,
das rienda suelta al galope de tu pasión,
al compás de tu canción,
que esta empezando,
que aferrarme a tus labios de fresa y tu lengua de caramelo es mejor...
Y yo,
quiero abrir los pulmones y respirar el aire fresco,
que me regala la vida,
y me da los días,
que mi corazón es como un enjambre complicado,
a ti, amigo, debo decirte adiós,
que me enseñaste a vivir,
como son las cosas, a veces, de extrañas,
a ti, amor, espero verte otro 30 de enero,
en mi jardín...
mardi 21 avril 2009
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