mardi 14 avril 2009

Nunca podré olvidarla...

Tú,

y tu mirada, brillante, achocolatada,

como la sinceridad inocente de un niño,

cálida,

como el amanecer amarillenteado entre las dunas del desierto...

Tú,

y tu mirada, clara, y limpia,

dulzona,
de origen perseverante,
cierta dureza de caracteres,
y pasos sosegados...

Tú,

y tu mirada, la que se busca con desconsuelo,

entre las callejuelas coloridas y abarrotadas,

la que se ansía bajo la Luna llena,

que se adormila sobre nuestras cabezas...

Tú,

y tu mirada, suave y tierna,

que penetra leal y fuerte,

abrumante,

invasora...

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