dimanche 16 novembre 2008

Desde el viejo Anton Martín al gran Sabina



Si nos hundimos antes de nadar, no soñarán los peces con anzuelos.


Si nos rendimos para no llorar, declarará el amor huelga de celos.


La primavera miente y el verano cruza como un tachon por los cuadernos, la noche hará tarde tan temprano que enfermarán de otoño los inviernos.


Cuando se desprometen las promesas la infame soledad es un partido mejor que la peor de las sopresas.


Si me pides perdón, socorro pido.


Si te sobra un orgasmo, me lo ingresas en el banco de semen del olvido.




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