Llevaba un tiempo pensando...

...Era un domingo soleado del mes de Octubre cuando decidimos ir al cine.

Como cada domingo, solíamos vernos para merendar tortitas con dulce de leche, íbamos a ver obras de teatro divertidas en calles perdidas del centro de Madrid, yo a veces llevaba mi cámara, con la que nunca salía en las fotografías, paseábamos espectantes del alrededor que nos envolvía, como musarañas, a veces charlábamos de arte, otras, no, en fin, los domingos eran días especiales dentro de este otoño extraño.

Este domingo fuimos a ver Camino. Alejándo nuestro pensamiento de las críticas al Opus... que si Fesser ha tenido que quitar imágenes... fuimos a la sala sin formarnos ninguna expectativa.

¿Quieres palomitas? -me preguntó-

No, no me apetecen, porque con todo lo que me he comido ya... -respondí riéndome-

Y con esto subimos los escalones grisáceos y pasamos a una sala ocura.

Habrá empezado ya la película -pensé-

Proyector de 24 fotogramas por segundo, intermitentes, sin líneas paralelas, dan lugar a una imágen un tanto lenta a veces, que nos entra en la cabeza sin darnos cuenta y hace que se proyecten en nuestro interior un montón de asociaciones a una velocidad de vértigo, y, de esta forma, pensamos, de esta forma el cine es posible, gracias a nosotros mismos.

Este día lo recordaremos en nuestro corazón. Sabemos distinguir entre lo real y la ficción, pero a veces lo irreal, se hace tan cercano, nos acaricia tanto el espíritu, que llegamos a sentir el verdadero sentido de porque fuimos esa tarde al cine.

Había muchas cabezas andantes y pensantes entre la multitud, nos hacíamos acompañantes cómplices de corazones anónimos, rodeados de cuerpos humanos animales en celo de deborar la historia, la película empezó, e implacable, como el tiempo que se va esfumando, terminó.

Y ahora te lanzó la pregunta que unos días me ha llevado pensar...

...¿Qué es la vida, querida y amante compañera, qué son los días y porque morimos sin saber que fue lo más hermoso y flamante de nuestro camino?...

...Pienso que la respuesta está en este paseo, como el que dimos aquél día, no en la cima en sí, como lo que vimos también en aquéllas imágenes...