Los Amantes, René Magritte
Somos un cuerpo, somos un conjunto de huesos, carne, músculos, articulaciones y órganos en sentido fenomenológico, estamos sujetos a sentimientos, emociones y pasiones, estamos vivos, somos nada más y nada menos que esto. Estoy hablando del cuerpo en sí como base del deseo mismo, que puede ser consciente o inconsciente, con los ojos abiertos o vendados, simplemente deseo. Esta es la base del materialismo filosófico que parte de Aristipo y Epicuro para llegar hasta Marx pasando por Spinoza y el Marqués de Sade entre muchos otros.
Al principio, los seres humanos creen que piensan con tal racionalidad que eligen de forma libre, caprichosos y siguiendo los antojos más profundos de su instinto, pero, lo cierto, y como bien se plasma en la imagen, es que no es así de forma real.
Yo creo que existe un poderoso llamado inconsciente que gobierna más allá de lo que nosotros creemos, o si no, no nos haríamos la pregunta de...¿Quién controla sus miedos y sus fobias?...
Magritte, del que hoy se celebran 110 años desde su nacimiento, fue conocido pintor perteneciente al surrealismo belga, que denota en sus obras siempre la conceptualidad entre los objetos mágicos y fantasiosos del inconsciente, y la realidad más sublime a la que el ser humano cree estar acercándose con argucia en su devenir diario.
En el cuadro de Los Amantes, se representa el deseo en su estado más puro. Aquí los amantes no son más que meros individuos, marionetas de los sentimientos humanos, anónimos infrustrados guiados inconscientemente que encarnan tras un velo los símbolos de identidad del amor surrealista de Magritte.
Y como ya hechizo Calderón de la Barca en su día "La vida es sueño": En ningún otro lugar como en los sueños se manifiesta de forma tan clara la identidad, esa conexión entre deseo e imagen. Nuestra vida, la realidad vivida, en tanto que atravesada por la dinámica y forma constitutiva del deseo, es efectivamente sueño, sólo sueño.
Al principio, los seres humanos creen que piensan con tal racionalidad que eligen de forma libre, caprichosos y siguiendo los antojos más profundos de su instinto, pero, lo cierto, y como bien se plasma en la imagen, es que no es así de forma real.
Yo creo que existe un poderoso llamado inconsciente que gobierna más allá de lo que nosotros creemos, o si no, no nos haríamos la pregunta de...¿Quién controla sus miedos y sus fobias?...
Magritte, del que hoy se celebran 110 años desde su nacimiento, fue conocido pintor perteneciente al surrealismo belga, que denota en sus obras siempre la conceptualidad entre los objetos mágicos y fantasiosos del inconsciente, y la realidad más sublime a la que el ser humano cree estar acercándose con argucia en su devenir diario.
En el cuadro de Los Amantes, se representa el deseo en su estado más puro. Aquí los amantes no son más que meros individuos, marionetas de los sentimientos humanos, anónimos infrustrados guiados inconscientemente que encarnan tras un velo los símbolos de identidad del amor surrealista de Magritte.
Y como ya hechizo Calderón de la Barca en su día "La vida es sueño": En ningún otro lugar como en los sueños se manifiesta de forma tan clara la identidad, esa conexión entre deseo e imagen. Nuestra vida, la realidad vivida, en tanto que atravesada por la dinámica y forma constitutiva del deseo, es efectivamente sueño, sólo sueño.
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